Preámbulo: Tabacalera, Madrid — 2010

En un contexto marcado por transformaciones sociales y la urgencia de (re)imaginar nuevos modos de hacer, Carmen Gloria Pérez-Luco Arenas se incorporó al proyecto ciudadano de La Tabacalera de Lavapiés, Madrid, en 2010. Edificio cedido por el Ministerio de Cultura a comienzos de ese mismo año y que comenzó a reactivarse como espacio autogestionado por distintos colectivos culturales de la ciudad. Su creación respondía a la necesidad de ofrecer un lugar común para el encuentro, el trabajo colaborativo y la producción cultural independiente.

Taller de Diógenes

Cimientos

Desde ese escenario, nació el Colectivo Taller de Diógenes, con una propuesta enfocada en el diseño de mobiliario circular. Un espacio de producción crítica donde confluían distintas corrientes artísticas, técnicas y sociales. La reutilización de materiales se planteó no solo como estrategia sostenible, sino como lenguaje estético y político.

Espacio Colectivo Taller de Diógenes: Nave Trapesio

El colectivo asumió así la gestión de la Nave Trapecio, uno de los espacios interiores del edificio Tabacalera. Su re-inauguración se realizó el 22 de diciembre, junto a la apertura de la Cafetalera, un espacio concebido como punto de encuentro y hospitalidad para los proyectos que habitaban Tabacalera, el que se estableció como un lugar cálido y acogedor, donde se recibía a todo aquel que llegaba con la intención de compartir, conectar y formar parte de la comunidad. Un espacio para informar, guiar y reunir, facilitando el diálogo y el intercambio entre las diversas iniciativas presentes.

El Belén de Leo Bassi: Orígenes de una colaboración

Ese mismo día (22 de diciemnbre 2010) se presentó el primer Belén de Lavapiés, una propuesta del artista y payaso Leo Bassi, a quien Carmen conoció en el contexto de Tabacalera. Su instalación buscaba subvertir la tradición desde una mirada crítica: Representar Belén (Palestina) como un territorio ocupado, atravesado por conflictos reales. De esta alianza surgirían otros proyectos más adelante, como el conocido "Paticano".

En 2012, Carmen Gloria Pérez-Luco Arenas mantuvo su colaboración con La Tabacalera, siempre desde una perspectiva sin fines lucrativos, pero con el firme propósito de fortalecer una red que promoviera la economía circular, inauguró, en paralelo, EconP (Embajadores con Provisiones), un centro dinámico para el desarrollo de proyectos culturales y artísticos (el que funcionaba bajo una lógica de sostenibilidad e intercambio). En EconP, múltiples iniciativas colaborativas cobraron vida, promoviendo el flujo de ideas, recursos y experiencias, y fomentando la creación de un modelo económico más consciente, solidario y autónomo para los colectivos involucrados.

EconP (Embajadores con Provisiones): Colectividad circular de Lavapiés

Simultáneamente, en 2012, avanzó la gestación del proyecto del Paticano, propuesta de Leo Bassi que buscaba llevar a cabo una intervención de gran impacto cultural. Este proceso se acompañó de la formación de los cimientos del Taller de Diógenes, un espacio físico que sería el punto de referencia del colectivo fuera de Tabacalera, y que consolidó aún más su propuesta de diseño circular y sostenible, que precisamente logró materializarse en 2013 dentro de EconP.

Donde la visión tomó forma

Hacia 2015, tras un periodo fértil en ideas y encuentros, comenzaron a emerger ciertas tensiones con el tejido vecinal más rígido del entorno. Lo que en sus inicios fue un espacio abierto y fértil, comenzó a sentirse cada vez más condicionado. Y con la sensibilidad de reconocer el cierre de un ciclo, Carmen Gloria Pérez-Luco Arenas decidió dar por concluida la etapa de EconP, dejando tras de sí una huella significativa en la construcción de modelos culturales sostenibles.

Primera etapa del Taller de Diógenes

Ese mismo año, el Taller de Diógenes encontró refugio en un nuevo emplazamiento, a pocas calles del metro Oporto. Allí continuó su labor, sosteniendo el pulso creativo y abriendo nuevas líneas de colaboración. En ese periodo tomaron forma proyectos significativos junto a La Casa Encendida y el cortometraje XXX, consolidando al taller como una plataforma viva de experimentación, diseño y pensamiento colectivo.

Evolución

En 2016, el Taller de Diógenes se trasladó a Carpetana, Madrid, donde profundizó su labor de restauración, reutilización y diseño de mobiliario. En este espacio, nacieron colaboraciones clave, como las escenografías teatrales y proyectos con el Museo Reina Sofía. En paralelo, el Paticano siguió transformándose y adaptándose a las nuevas necesidades y contextos.

En 2022, tras la pandemia y sus implicancias, el Taller de Diógenes migró sus espacios a Colmenarejo, donde actualmente continúa su trabajo con enfoque en el diseño circular y la restauración, abierto a nuevas colaboraciones, y actualizando constantemente el Paticano.